Fotos11
Incesantes momentos capturados en fotos que luego de verlas provocan tanto que solo imágenes no bastan y se quiere intentar usar también palabras.
Estos son los centinelas que quedan de un grupo que atestiguó mi niñez
Mueven sus hojas con el viento haciendo un sonido que parece anunciarlo
Bondadosos protectores cuya sombra alivia del intenso sol
Cúantos viajeros voladores habrán albergado
Cúantos ojos se agasajaron con su armoniosa grandeza y paciente crecer
De a poco van quedando menos, algunos ya han caído
Y eso que hablo de un ahora que es pasado, pero ha quedado en imagen
¿Cúanto tiempo mas seguirán allí?
Tal vez los humanos los talen para evitar que caigan
O para tomar el espacio que hicieron su hogar
Tomando y cortando sus cuerpos y darles nuevos propósitos
O su vieja madera no soporte su propio peso
Su forma de árboles ya no será mas
Para ese momento ¿Habrán otros como ellos? ¿Quedará algo de ellos?
Quizá alguna de las tantas semillas que se han esforzado en crear
Haya reclamado un lugar donde brotar y afianzar sus raíces
O unos humanos las hayan plantado
Y estén viviendo sus orgullosos descendientes
En todo caso, muchos ahora bendijeron con su presencia
Con un cielo de fondo, los seres bajo ellos estimularon su vista al verlos
Por eso y más su esplendor es innegable
Entre las piedras mojadas y hierba crecida estas palomas aprovechan migas, les sacan las energías para ponerlas a volar de nuevo :)
Un Oreocereus celsianus, cuando pregunté como se llamaba esa planta recibí como respuesta «El viejito».
Vistas desde Cotahuma, una zona que muestra un interesante ángulo de la ciudad de La Paz - Bolivia.
Arriba, dos perros patrullando una esquina asfaltada en lo alto.
Cerca de ahí en ese lavado de autos alguien ha pintado un mural con un profundo mensaje recordando a los "dueños" de animales no dejar a sus amigos abandonados. Son una parte esencial del alma de la ciudad.
En medio del césped podado una vez por semana, estos hongos se las arreglan para nacer, crecer, abrirse como sombreros dorados brillantes, esparcir sus "semillas" (o más concretamente esporas) y marchitarse en un solo día.
Apacible estanque con plantas e insectos flotando.
Este mural me recuerda al coronavirus y su relación con el trato a la naturaleza.
Comenzando a anochecer por Bajo Llojeta, una zona en la ciudad de La Paz.
Pensar que todos los arcoíris son literalmente únicos para cada observador. Todos estamos en posiciones diferentes y tenemos una percepción única. Este sería el captado por una cámara digital ;)